Sinopsis:
La abuela de Julián le cuenta cómo ella, Sara, fue acogida por una familia en un pueblo francés ocupado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Le explica cómo fue perseguida por ser judía y cómo el niño al que todos rechazaban se convirtió en su salvador y mejor amigo.
Esta desgarradora y conmovedora experiencia demuestra el poder de la amabilidad para cambiar corazones, construir puentes e incluso salvar vidas.
Como su abuela le dice a Julián: «Siempre se necesita valor para ser amable, pero en aquellos tiempos, esa amabilidad podía costarte todo».
Nuestra opinión sobre Pájaro blanco:
Es una novela gráfica apta para todos los públicos. A pesar de situarse en el marco histórico de la Segunda Guerra Mundial, no profundiza en el horror y la crueldad de este período. Simplemente es utilizado como marco para encuadrar una bonita historia de amistad y valor.
Los dibujos que ilustran el texto son de trazo sencillo, pero que transmiten todo el abanico de sentimientos que la autora quiere expresar.
Son unas imágenes en color que tienen la virtud de plasmar la emotividad de la narración, desde la sencillez, sin complicados recursos gráficos.
También los textos son sencillos, claros y precisos. Suficientes para situarnos en la historia, pero sin alargarse innecesariamente en descripciones, ya que los propios dibujos tienen la capacidad de hacernos evocar paisajes y situaciones.
Debido al tipo de dibujo, el tono amable de la narración y la belleza de la historia que relata, Pájaro blanco es una opción perfecta para que disfruten tanto lectores jovencísimos, como otros más experimentados. Para ambos tipos de público tiene elementos que la hacen recomendable. Y esta característica es difícil de encontrar en las novelas gráficas actuales, casi todas ellas dirigidas a un público adulto.
Y aunque tenga en común con Maus (Art Spiegelman) la identidad de los protagonistas (judíos) y el marco socio-histórico, son diferentes visiones de una misma realidad y muy distinta forma de abordarla.
Aunque es la primera novela gráfica de R. J. Palacio, esta autora ya tenía experiencia en el mundo de la ilustración, ya que ha trabajado como diseñadora de portadas para algunas editoriales de Estados Unidos.
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