Sinopsis:
Clara tiene 19 años, estudia segundo de Historia, hace horas en un bar de copas y mantiene una relación algo tormentosa con Pau. Se considera una chica vitalista y su vida transcurre con las preocupaciones y alegrías propias de su edad. Hasta que de pronto aparecen los primeros síntomas: Insomnio. Fatiga. Falta de concentración. Bloqueo emocional. Miedo.
Manicomio es un testimonio de primera mano que mezcla denuncia, divulgación y consuelo. La crónica pormenorizada de lo que ocurre cuando un trastorno mental hace acto de presencia en una vida corriente y a la vez la puesta en escena de las terribles consecuencias de un diagnóstico equivocado.
Nuestra opinión sobre Manicomio:
En primer lugar, queremos apuntar que se trata de un estremecedor relato fiel a la realidad de cómo se percibe y se trata la enfermedad mental por parte de nuestra teóricamente “avanzada” sociedad. El realismo y la veracidad que destila la historia son el resultado de las vivencias de su creadora.
Efectivamente, Montse Batalla plasma en el personaje de Clara su propia experiencia con la enfermedad mental y el tratamiento que recibió por parte de médicos e instituciones.
La novela nos muestra el desconcierto del propio enfermo ante la ignorancia de lo que le está ocurriendo. La prepotencia de los facultativos que no escuchan, que creen saber de antemano lo que le ocurre, la escasa empatía de los cuidadores, trabajadores mal pagados y mal preparados que no ayudan a la recuperación del enfermo.
En definitiva, un descarnado retrato de cómo afronta la sociedad lo que considera la lacra de la enfermedad mental, el rechazo y el miedo a lo desconocido.
Recientemente se ha publicado Por si las voces vuelven, testimonio de la experiencia vivida por el propio autor Ángel Martin, sobre el episodio psicótico que padeció y que supuso su ingreso en una institución para enfermos mentales. Obra que también ha obtenido una excelente acogida por el público, que desea penetrar en este tema tabú del que pocos datos se conocen.
Resulta paradójico que el aumento constante de los afectados por este tipo de patologías no se vea correspondido con igual aumento de los recursos dedicados a paliar sus consecuencias.
Las ilustraciones reflejan magistralmente las emociones de los personajes, desde la perplejidad, hasta el desánimo, pasando por la locura y la desesperación, incluso la indiferencia de los cuidadores.
A pesar de la dureza del tema, hay que reconocer que la novela engancha desde el principio hasta el final. Incluso diría que impulsa al lector a leerla de una tirada. Ello no impide que vuelva a ojear sus páginas para deleitarse en la animación, para apreciar al detalle el perfecto ensamblaje de imagen y texto.
Una obra de gran valor testimonial y divulgativo
El valor testimonial de la obra se pone de manifiesto en los comentarios favorables de profesionales de la medicina. Tanto es así, que ha sido incluida en un blog especializado como ejemplo de divulgación.
También la prensa se ha hecho eco del valor divulgativo de la obra. En un artículo de El Periódico se analiza la fuerza visual de las imágenes y el poder expresivo del texto, así como su calidad informativa. Con diferente temática pero también orientada en hacer presente otra enfermedad maldita, encontramos la novela gráfica Píldoras azules de Frederik Peeters, una emotiva historia sobre las vivencias de una pareja en que uno de los dos es seropositivo. Narra los miedos y las dificultades de convivir con el SIDA.
En resumen, una novela gráfica muy recomendable para entender, de primera mano, cómo se trata la enfermedad mental en pleno siglo XXI.