Sinopsis:
Esa minúscula taberna no tiene nombre, su dueño tampoco. Sin embargo, en el barrio de Shinjuku, todo el mundo los conoce. Abierta desde las doce de la noche hasta las siete de la madrugada, acoge a los noctámbulos de Tokio: boxeadores, prostitutas, actores porno, policías y yakuzas acaban allí para tomar sake, caldo, ramen o sopa de miso, según lo que haya en la cocina. Cada plato da lugar a un encuentro, una historia. Si en ‘El gourmet solitario’, de Taniguchi y Kusumi, la comida se disfruta en solitario y en silencio, en el manga de Abe sirve para romper el hielo, para desatar el diálogo entre los urbanitas acostumbrados a callarse y a mirarse los zapatos. Entre salsa de soja y algas secas nacen anécdotas, risas y confidencias.’ La cantina de medianoche’ es un éxito en Japón, donde se han producido dos películas basadas en el manga, que también tiene serie televisiva en Netflix, con el título ‘Midnight Diner: Tokyo Stories’.
Nuestra opinión sobre La cantina de medianoche:
Nostalgia y delicadeza son los dos adjetivos que primero nos vienen a la mente para intentar calificar esta magnífica obra del cómic japonés y que mejor la definen.
Con frases sencillas y precisas, los breves textos de las viñetas nos van introduciendo en un mundo generalmente desconocido para los occidentales, pero que atesora una riqueza cultural de siglos.
A través de las sencillas historias de unos personajes variopintos, podemos captar la magia de ese lejano país poco conocido por la mayoría del público no nativo de Japón.
Yaro Abe despliega con sus historias una sinfonía muy bien conseguida, en que el dibujo, la trama y el hilo conductor –las especialidades culinarias del país- están en perfecta armonía: todos son sencillos, precisos, sinceros, sin ninguna artificiosidad que empañe su frescura.
Nada hay en el relato que cause sobresalto. Lo que conquista al lector es precisamente la manera sutil en que induce a la reflexión, la suavidad con la que expresa la tristeza y la soledad de los personajes. Pero nunca ese estado de ánimo melancólico que exhalan está abocado a la desesperación sino a un halo de esperanza siempre presente en todas las historias.
En La cantina de medianoche no podemos decir que nada destaque: ni el dibujo es espectacular, ni la trama es arrebatadora, ni el formato es original, ni los platos que sirven son sofisticados…pero en cambio, el resultado es -según nuestra opinión- espectacular.
En resumen, se trata de una obra emblemática que eleva el cómic japonés a la altura de las mejores novelas gráficas.
Salto a la televisión a través de Netflix
Así lo han creído también quienes han traducido la obra al formato televisivo, de manera que podemos seguir disfrutando de las historias en Netflix.
Bajo el título de Midnight Dinner: Tokyo Stories, esta plataforma ofrece dos temporadas de 10 capítulos cada una, en una cuidada adaptación en versión original subtitulada. La caracterización de los personajes es muy fiel a las líneas del dibujo.
Sobre Yaro Abe:
Yaro Abe nace en 1963 en Kochi (Japón). Cursó estudios en la Universidad de Waseda. Profesionalmente, trabajó alrededor de 20 años como Director de una agencia de publicidad.
No es hasta los 41 años que empieza a dedicarse al mundo del manga, tras recibir el premio Shogakukan al nuevo talento en 2003.
La Cantina de medianoche, su obra estrella, consta de varios volúmenes y ha sido galardonada con varios premios. Entre ellos: el Premio Manga Taisho en 2009, formó parte de los “esenciales” del Festival Internacional de Cómic de Angoulême de 2019; también ganó tanto el reputado Premio de los Japan Cartoonist Awards en 2010, así como el Shogakukan Manga Award (2007).
Ha sido adaptada al cine en dos largometrajes. También como serie para la televisión, con el título Midnight Diner: Tokyio Stories.