Sinopsis:
Una novela inolvidable sobre el aprendizaje de una madre y la lealtad incondicional del hijo que debe proteger.
Antonia tiene veintiséis años cuando se ve sola con un niño de cuatro en el cambiante Madrid de los ochenta. La suya es la historia de un viaje interior, el de una mujer que se enfrenta a la juventud y a la maternidad mientras intenta hacerse un lugar en la vida, en una ciudad y en una época de tiempo acelerado, más propicio a la confusión que a la certeza, sobre todo para alguien que ha tenido una experiencia demasiado temprana de la pérdida y de la soledad.
“Lo que me queda por vivir” es la crónica de un aprendizaje: cómo se logra a duras penas sobreponerse a la deslealtad; cómo el desvalimiento y la ternura de un hijo alivian la fragilidad de quien ha de hacerse fuerte para protegerlo. Lo que me queda por vivir tiene la fuerza de las novelas que retratan un tiempo al contar unas vidas singulares, hechas por igual de desamparo e inocencia. La escritura de Elvira Lindo alcanza aquí una belleza sobrecogedora, yendo derecha al nervio de las cosas, al corazón de esas verdades sobre la experiencia que sólo puede contar la ficción.
Nuestra opinión sobre Lo que me queda por vivir:
El argumento de la novela es exactamente lo que nos dice la sinopsis: la historia de una joven madre de un niño pequeño, que afronta en soledad un futuro convulso, llevando tras sí una carga de decepcionantes relaciones personales y duros retos profesionales.
Pero la novela no es solo eso, es mucho más. Es el reflejo de una época y de una generación que se enfrenta al futuro con desencanto, una vez superadas la alegría y las grandes promesas que auguraba su juventud en la recién estrenada democracia.
Nos habla de los retos que supone la maternidad, de los sentimientos contrapuestos de alegría y miedo al enfrentar nuevos retos profesionales, de la familia, del poder de la amistad y del peligro de los amores equivocados, que hacen daño. Y despierta en el lector sentimientos de ternura, de nostalgia, de comprensión y ganas de sumirse en un oasis de reflexión, aparcando el tiempo acelerado que vivimos.
En cuanto al estilo, aunque no tiene diálogo y se desarrolla en un simple monólogo, como tiene muy buen ritmo su lectura no se hace nada pesada. Es un relato intimista, donde la protagonista va desgranando su historia con una mirada afilada, crítica, sin concesiones a la autocompasión, donde a la vez vemos reflejados los rasgos característicos de la sociedad en la que le ha tocado vivir.
En esta entrevista podemos conocer mejor a la autora, en especial, cómo fueron sus inicios en el mundo de la literatura y descubrir cuánto hay de autobiográfico en la novela.
Sobre Elvira Lindo:
Nace en Cádiz en 1962. Es una destacada figura en el mundo de la literatura, reconocida principalmente por su serie de libros infantiles protagonizados por el carismático Manolito Gafotas. Esta serie no solo ha sido muy popular entre los jóvenes lectores, sino que también le valió a Lindo el prestigioso Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. La popularidad de Manolito Gafotas llegó aún más lejos cuando algunas de las historias fueron adaptadas al cine.
Además de su exitosa incursión en la literatura juvenil, Elvira Lindo ha dejado una huella significativa en el periodismo español. Sus columnas, publicadas en el diario El País, se conocen por su aguda ironía y su toque de humor.
El reconocimiento de Lindo en el ámbito literario se vio consolidado cuando ganó el prestigioso Premio Biblioteca Breve en 2005 por su novela Una palabra tuya.
Además de su labor como escritora, Elvira Lindo ha trabajado en el mundo del cine como guionista, contribuyendo a la adaptación cinematográfica de Manolito Gafotas, así como a la adaptación de la novela Plenilunio de su esposo, Antonio Muñoz Molina.
Otras obras de Elvira Lindo:
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