Sinopsis:
«Una epopeya georgiana fulminante» (Kultur) por la autora de La octava vida (para Brilka), ganadora de los premios Anna Seghers, Literaturpreis «Text & Sprache» y Bertolt Brecht, con más de un millón de lectores y traducida a veintiocho idiomas
El siglo XX llega a su fin y en la Georgia soviética los gritos de autodeterminación se oyen cada vez más alto. El destino de cuatro niñas radicalmente diferentes se ve unido por el patio que separa sus casas en un barrio de Tbilisi. Juntas, Dina, Nene, Ira y Keto, la narradora, navegan el final de la infancia y el comienzo de la vida adulta, experimentan su primer gran amor y se enfrentan a la violencia y la precariedad que estallan con la independencia del país y las turbulencias de una joven democracia que acaba por abrir una brecha ineludible entre sus familias.
Con ecos de Elena Ferrante, La luz perdida es una epopeya de amistad y traición en el contexto de un país que empieza a dar sus primeros pasos, una revolución que arrasa con la juventud y una constante lucha contra un futuro de separación y dolor.
Nuestra opinión sobre La luz perdida:
La novela de Nino Haratischwili ofrece una mirada profunda y evocadora a la situación de Georgia a finales del siglo XX tras la disolución de la Unión Soviética y la posterior independencia del país en 1991.
Tras décadas de estar bajo el dominio soviético, Georgia se encontró en un momento crucial de cambio y transformación. A través de su narrativa rica y detallada, Haratischwili aborda temas como la historia, la identidad, la política y los conflictos sociales, presentando una visión compleja y conmovedora de la realidad georgiana. A continuación te detallamos un poco más nuestra opinión de La luz perdida:
Entrelazando historias personales y conflictos históricos
En su extensa obra, Haratischwili combina la trama novelesca con episodios reales de la historia turbulenta que ha afectado a Georgia en los últimos años. Sobre todo, la lucha por el control y la autonomía de las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur, que generó conflictos armados y tensiones prolongadas en la región. Precisamente uno de los personajes -Dina- es una fotógrafa que plasma el horror de esta contienda.
En La octava vida (para Brilka) la autora también entrelaza la historia de Georgia con las vidas personales de sus personajes. A través de ocho generaciones, la novela examina la intersección de la historia familiar y la historia colectiva, mostrando cómo las decisiones individuales pueden estar influenciadas y moldeadas por los eventos históricos. En esta ocasión, es la historia de cuatro amigas la que sirve de soporte para enlazar con el trasfondo de los episodios históricos. Con lo que queda de manifiesto que las tensiones étnicas, los conflictos políticos y las aspiraciones de libertad y autodeterminación son temas recurrentes en su obra, que muestran un interesante retrato costumbrista de la sociedad.
Además, la escritura de Haratischwili está imbuida de una profunda sensibilidad y empatía hacia los personajes y su entorno. A través de descripciones vívidas y emocionales, la autora nos sumerge en la vida cotidiana de los georgianos, así como en sus sueños, esperanzas y miedos. Sus personajes, complejos y multifacéticos, reflejan las diversas realidades y perspectivas de la sociedad georgiana.
Un fiel y profundo retrato de la amistad
Nene, Dina, Ira y Keto son cuatro personajes memorables, cada uno de ellos encarna un tipo de personalidad y una manera de afrontar la vida distintos y muy bien definidos. Pero sobre todo, destaca por su manera de describir la amistad. A través de su narrativa, la autora teje vínculos afectivos profundos y complejos entre sus personajes, explorando la lealtad, la confianza y el apoyo mutuo que caracterizan las relaciones de amistad. Ésta es descrita como un refugio en medio de la adversidad, un lazo que proporciona consuelo y fortaleza frente a las dificultades de la vida. Sus personajes se apoyan y se cuidan mutuamente, enfrentando juntos los desafíos que se les presentan.
Nino Haratischwili retrata la amistad como un elemento fundamental en sus obras, mostrando tanto sus aspectos positivos como los desafíos y las tensiones que pueden surgir. Su capacidad para describir y explorar las relaciones de amistad agrega una capa adicional de profundidad y humanidad a sus personajes y a sus historias, enriqueciendo así la experiencia de lectura.
A pesar de su extensión, es una novela cuya lectura no se hace pesada ya que va introduciendo pequeñas cuñas de suspense. De esta manera nos invita a seguir avanzando para descubrir “qué sucedió”, además de incitar la curiosidad por conocer los episodios reales a los cuales hace referencia.
Sobre Nino Haratischwili:
Nino Haratischwili es una escritora georgiana, nacida en Tifflis (Georgia) en 1983.
Es novelista, dramaturga y directora de teatro y actualmente reside en Alemania.
La octava vida, su tercera novela, ha recibido varios premios: Premio Anna Seghers, el Literaturpreis des Kulturkreises der deutschen Wirtschaft, en el año 2015, y el Premio Bertolt Brecht en el 2018. La novela también ha sido seleccionada para el Premio Booker 2020.
También cabe mencionar que fue seleccionada como la mejor novela del año por los dos principales medios de comunicación de Alemania: Der Spiegel y Frankfurter Allgemeine Sonntagzeitung.
Otras obras de Nino Haratischwili:
¿Has leído la novela? Cuéntanos tu opinión de La luz perdida, estaremos encantadas de leerla.