Era previsible que en una web creada por dos apasionadas lectoras, apareciera un artículo dedicado a los beneficios de leer libros a diario. Pero también hablaremos de cómo fomentar esta actividad y de aquéllas estrategias que nos ayudan a mejorar la experiencia lectora.
Dice el aclamado cineasta Fernando Trueba: “La lectura es placer, conocimiento, emoción, enajenación”. Muchos son los filósofos y artistas que, como él, han dedicado frases inolvidables para alabar este hábito que tanto enriquece al ser humano. De sus elogios podemos extraer un sinfín de propiedades de la lectura: para John Fitzgerald Kennedy es “una deliciosa compañía”; para Jorge Luis Borges, leer implica expandir la imaginación y la memoria; para Montesquieu, un bálsamo para curar los disgustos; Cervantes dice “quien lee mucho sabe mucho”; “La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo” dice Joseph Addison… y así podríamos llenar párrafos y párrafos. Citaremos una última reflexión, la del filósofo Fernando Savater: “Me resisto a considerar el afán de leer una simple afición entre otras: es una pasión, aún más, una forma de vida”.
Todas estas cualidades que se le atribuyen a la actividad lectora, tienen su correspondiente réplica en el campo de la ciencia. A continuación vamos a repasar cómo afecta la lectura a nuestras capacidades cognitivas y afectivas y qué beneficios nos puede aportar.
9 beneficios de leer libros a diario:
1. Mejora la inteligencia
Así lo demuestra el estudio de la Universidad de Edimburgo «Does Learning to Read Improve Intelligence? A Longitudinal Multivariate Analysis in Identical Twins From Age 7 to 16» realizado por Stuart J. Ritchie, Timothy C. Bates y Robert Plomin. Concluyen que el progreso en la capacidad lectora influye directamente en la mejora de otras capacidades cognitivas.
Y es que cuando fijamos la atención y despierta nuestro interés lo que leemos, se activa la inteligencia y mejora esta capacidad.
2. Favorece la creatividad
La lectura permite al individuo ampliar su perspectiva y su experiencia, ya que le permite conocer otros mundos, otras culturas, desarrollar su imaginación. Todo ello se traduce en un aumento de la creatividad. Así lo concluye el estudio de la Universidad de Toronto, cuyo trabajo de investigación se titula: «Opening the Closed Mind: The Effect of Exposure to Literature on the Need for Closure».
3. Protege la disminución de la memoria causada por la edad
Leer libros, escribir y realizar otro tipo de actividades que estimulen la función del cerebro ayudan a preservar la memoria y a frenar su deterioro.
Un estudio llevado a cabo por Robert S. Wilsonde la Universidad Rush – Centro médico de Chicago- concluyó que la disminución de la memoria fue superior en aquellas personas que no habían llevado a cabo actividad mental alguna. Por eso, la Academia americana de Neurología basándose en los resultados del estudio, aconseja fomentar los hábitos de lectura a lo largo de todo el ciclo vital.
4. Puede ayudar a evitar el Alzheimer
Leer, jugar al ajedrez o hacer rompecabezas son tipos de estimulación cerebral que reducen 2,5 veces la probabilidad de padecer la enfermedad de Alzheimer. Este es el resultado al que llevó el estudio realizado por la Universidad Case Western de Cleveland (Ohio).
Esta disminución tan esperanzadora no responde solo a la lectura, pero saber que puede contribuir a reducir la posible aparición de esta terrible enfermedad ya es motivo suficiente por sí solo para abrazar el hábito.
5. Reduce los niveles de estrés
Otros de los beneficios de leer es que esto permite que la mente se sumerja en otros mundos, lejos de las preocupaciones del día a día, sumiendo al cuerpo en un estado de relajación óptimo. Según un estudio de la Universidad de Sussex sobre la relación del estrés y la lectura, la reducción del estrés que promueve la lectura puede cifrarse hasta en un 68%. De hecho, el doctor encargado de la investigación concluyó que su eficacia es mayor que escuchar música, jugar a videojuegos o dar un paseo.
6. Mejora el rendimiento escolar
Cultivar el hábito de leer en nuestros hijos puede aportar una gran cantidad de cosas. Va a mejorar sensiblemente su rendimiento académico, ya que contribuirá a la ampliación de su vocabulario, mejorará la comprensión lectora, facilitará un buen nivel ortográfico y propiciará una mayor fluidez verbal, a la par que les permitirá poseer más información. Todo ello queda reflejado en el estudio realizado por Bernice E. Cullinan de la Universidad de Nueva York («Independent Reading and School Achievement»).
7. Aumenta los niveles de felicidad
El estudio realizado por la Universidad de Liverpool «The Benefits to Adults of Regular Reading for Pleasure» así lo corrobora. El motivo es que la lectura ayuda a reducir los niveles de ansiedad, mejora la autoestima, disminuye el ánimo depresivo, ayuda a paliar el sentimiento de soledad, mejora la interacción y aporta estrategias para afrontar los problemas de la vida.
8. Mejora el nivel de empatía de la persona
Tener la oportunidad de saber qué piensan y sienten los otros, conocer sus problemas, sus emociones, hace más fácil el saber ponerse en el lugar del otro. Con la lectura mejora la comunicación, se reducen los conflictos, propicia el respeto por las creencias de los demás, la aceptación de la diferencia. En definitiva, favorece un comportamiento más empático.
9. Estimula la concentración
Por último, no podía faltar en esta lista posiblemente uno de los beneficios de leer más conocidos. Y es que favorecer esta capacidad tiene como resultado inmediato un mayor aprovechamiento del tiempo, una mayor eficacia en la realización de la tarea y como resultado, un aumento de la autoestima. Además, este aumento de la capacidad de fijar la atención es la base para llevar a cabo un buen aprendizaje, con lo que enlazamos con lo dicho en el párrafo anterior sobre el rendimiento escolar.
Podemos concluir a la vista de los beneficios de leer detallados, que este hábito va más allá del ámbito del ocio. Es una actividad necesaria para el desarrollo del individuo.
Por ello, no debemos escatimar esfuerzos para incorporarla en nuestro día a día, para mejorar el ejercicio de dicha actividad y para ir aumentándola poco a poco.
Unas sencillas estrategias para conseguirlo serían: dedicar un tiempo determinado para leer, aunque sea poco, pero constante; empezar con libros que nos gusten, llevarlo siempre encima (o en formato electrónico), realizar listas de los que hemos leído o de los que queremos leer… Consejos muy sencillos que nos ayudarán en nuestro propósito de mejorar el hábito lector.